sábado, 22 de mayo de 2010

Una herramienta, un escudo y un arma


Yo cuando era pequeño siempre me auto torturaba pensando lo peores escenarios posibles. Cuando mis papas salían de viaje, yo me imaginaba que pasaba si se caía el avión. Veía todo en mi mente como un video clip, el avión cayendo, la llamada a la casa, la mala noticia, el funeral. En mi amor por mis hermanas, tenia pesadillas en las noches donde soñaba que algo les pasaba, yo despertaba llorando. En ese proceso creo haber asesinado a casi toda la familia. El numero de entierros virtuales a los que he asistí, incluyendo el mío, pasan de la decena. En todos terminaba despertando en lágrimas si estaba dormido, o llorando despierto si era solo pensando.

Pero eso no se detuvo ahí, en el colegio igualmente me torturaba pensando los peores escenarios. “Si no paso este examen” y ahí volaba mi mente. Cuando jugaba futbol, me imaginaba todos los pases. Con las que me gustaban: “Si a ella le gusto…”, “Si me para…”, “Si quedo en ridículo…”. Todos esos besos que nunca di y cachetadas que nunca me dieron. En la universidad era si no pasaba las materias. Si lograba graduarme o si no lograba graduarme. Si cambiaba de carrera; o simplemente repasaba en mi mente conversaciones de mis exámenes con el profesor.

En cualquier conflicto, o momento de estrés en mi vida, yo automáticamente, siempre me he imaginado los peores escenarios posibles. En casi todos los casos siempre mi imaginación ha sobrepasado en macabro, traumático y dramático a como se desenvolvieron en realidad los eventos. Eso, a su vez, me ha ayudado a asimilar positivamente los verdaderos resultados, ya que en mi mente todo pudo haber sido mucho peor.

El exceso de imaginación también funciona en sentido contrario. Te pone a soñar, a imaginarte que terminaste la carrera antes de empezarla. Te pone a crear compañías, a hacer negocios, a desarrollar planes no en papel sino en pensamientos. Te vuela tanto y tan alto que después uno termina descuidando la realidad y haciendo planes en base a sueños.

Este exceso de imaginación también afecta en algún nivel mi juicio. El imaginarte todo mucho peor o mucho mejor, a veces, hace que uno reaccione exageradamente ante algunas situaciones que tal vez no lo ameritan.

La imaginación es una fuente de creación. Creo que si hay algo divino en nosotros es nuestra capacidad de crear. De transformar, de cambiar de poner colores donde no los hay. De transformar rectas en curvas. La imaginación me permite ver las oportunidades de la vida. La imaginación es el motor que me hace soñar.

La imaginación te da fuerzas. Te abre puertas que antes no veías. Te hace ver el mundo de una manera distinta donde todo es posible. La imaginación te permite ponerte en los zapatos de otro. La imaginación es como el RED BULL “te da alas”. La imaginación es una herramienta, un escudo y un arma.

Temo por el día en el cual la realidad alcance a mi imaginación.

2 comentarios:

Clara Machado dijo...

Te entiendo. Me pasa exactamente igual. Soy a veces bastante fatalista, así como también me puedo proyectar hasta el infinito. El otro día alguien estaba diciendo que sus fotos era una mierda. Yo le decía que no. Que no podía pensar eso. Que a U2 cuando comenzó le decía todo el mundo que era una mierda. Si Bono no hubiese empujado a los carajos a grabar sus propias cosas, entonces no serían nadie. Ella me dice: Sí, pero nosotros no vamos a ser Bono.
Y yo le digo, quién coño te dice que no?
En fin. Creo que a veces juega para todos los sentidos. Pero uno no puede dejar que pare de volar. Para bien o para mal.
Es como aquello que dice John Hughes, when you grow up, your heart dies. Porque dejas de imaginar.
Mi psiquiatra anyway dice que eso es normal y totalmente necesarios. Siempre y cuando logres aterrizar de nuevo. Cosa que a veces es dificil. Jajaja.
Me encantó el post.

Coraline dijo...

Muy bueno tu post aunque seguramente ya habrás oído hablar sobre la ley de la atracción y no estaría de más que te enfocases siempre en los pensamientos positivos, lo cual no quita que también te prepares para lo malo pero piensa siempre en positivo y verás cómo comienzas a atraer estas cosas hacia ti.

Recuerda que la imaginación no es más que tu propia facultad de formar imágenes que pueden ser reales o no, pero estaría bien intentar siempre enfocarlas en positivo!!

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